Les habla el hombre del tiempo...con nuevas informaciones

!Estos cambios de temperatura van a acabar conmigo!
Querid@s tod@s, nos encontramos ante la típica molestia, por estas latitudes geográficas nuestras, de salir a la calle embozado como si fueras un extra de Alatriste para evitar el frío siberiano (qué exótico queda llamándolo así ¿verdad?) y darte cuenta que el día invernal ha alcanzado cotas de 23 grados.
O viceversa, salir a la calle en manga corta y sudadera y notar que el tiempo ha vuelto a girar sobre si mismo, que hace un frío que pela y que la cara se te empieza resquebrajar por el aire afilado cual cuchillo albaceteño. Pero claro, tú has salido en plan machote y vas con amigos. Los cuales, muy logicamente, te dicen: "Pero tio, con la rasca que hace...¿seguro que no tienes frío?". Y tú, mirándoles con cara de sobrado, les sueltas: "¿Frío? ¿Frío? En mi pueblo sí que hace frío, aquí no aguantais nada". Por supuesto que todo esto ocurre mientras se te va congelando la sonrisa de listo, asemejándote al gato de Alice in Wonderland (¿Cómo habrá quedado la versión de Tim Burton? qué ganas de ver a Anne Hathaway de Reina Blanca), y pensando: "Por favor, por favor, que no se haya acabado el Frenadol en casa".
Y así estamos, que debido a estos maravillosos marcos incomparables de temperaturas tan dispares, el humor (el mío en este caso) va a la par. De Villa-Arriba a Villa-Abajo. Ayer, día nublado donde los haya, me encontraba apático, apagado, casi melodramático en plan pelis años 50 (que siempre me ha encantado a mi un drama, oye). Pero hoy, no se por qué y vayaustedasaber se alcanzan en mi persona altas cotas de euforia. ¿Será por la llegada de los Reyes Magos?...¿a estas alturas de la película? no se , no se.
¿Queréis un ejemplo de chute emocional? Pues el que ha motivado esta entrada, sin ir más lejos: Estar en el curro, en mi mesa de trabajo, ordenando papeles y darme cuenta (al rato) que unos compañeros me estaban mirando con ojos desorbitados y riéndose con cara de: "A éste se le va la pinza". Y claro, es que mientras clasificaba facturas y supongo que creyéndome solo en el mundo, estaba cantando (y cuando digo cantar es cantar, no tararear) "Santa Claus is coming to town"....
Miedo me darían estos ataques de euforia en lo que me queda de día, si no disfrutara tanto con estos momentos de estoymáspalláquepacá.
Sed muy felices, hoy, mañana y siempre
A pesar del pelo del muchacho, me gusta esta versión. Disfrútenla, disfrútense.