El último día del último mes de...

Esto se acaba amigos, el año acaba, un año que podría definirse como "intenso", en el que parece que lo malo le ha ganado el pulso a lo bueno...pero creo que mientras tenga un buen recuerdo al que mirar atrás, todo lo demás se mitigará con el paso de tiempo.
Al mirar, al azar, hacia atrás, me quedo con esos dos días de verano con la familia en casa (!la primera vez que venían todos a mi casa!, me paré un momento al verlos a todos allí, y me di cuenta de lo feliz que era), ...un par de viajes fiesteros/teatrero-musicales a Madrid, ...conocer la serie Lost y a quien me la enseñó (un bonito final de verano que no esperaba), ...un par de bodas especiales en si mismas, una, italiana, por lo mucho que quiero a la novia y otra, eurovisiva, que me hizo querer, más aún, a mi compañera-presentadora, ...el despertar en mi la verdadera fuerza ante las circunstancias adversas (ya sabéis, "lo que no te mata te hace más fuerte"), ...el teatro en todas su formas (dando clase, aprendiendo en clase, con grandes actrices, y en forma de director desesperado/feliz y de espectador sonriente), ...el volver a encontrarte y abrazarte (la puerta del pasado se abrió de nuevo en forma de encuentro inesperado primero y conversación cómplice después...¿nos volveremos a cruzar?), ...el compartir nuestra amistad en las confesiones, risas, lloros, locuras, tanto en una cena de pinchitos, como en un viernes de fiesta que se alargó hasta el amanecer o en las playas de Indiana Jones en Almería (estoy deseando compartir contigo más momentos este nuevo año), y a toda mi familia (por estar tan unidos), y a mis amigos de siempre, y a los nuevos amigos, y a los nuevos amores, y a los amores de siempre... que me han hecho sentir especial, un momento, un día, un fin de semana, o el año entero....gracias a todos por este año.
Esto parecía un discurso de los Oscars, que laaaargo, me paro yo, ya que no hay orquesta que me pare...!Ah! olvido imperdonable, gracias a todos los blogs que leo, que me hacen reir, pensar, soñar y creer que todos somos diferentes, pero que, a veces, nos unen nuestras palabras.

Anoche vi este concierto, y sonreía al escuchar esta canción, como solo se sonríe cuando uno sabe que está a solas y nadie te mira...

Fast Love...

Imagínate a ti mism@ entrando en un sitio de comida rápida, todo muy brillante, limpio en teoría (otra cosa sería ponerse a mirar detenidamente la pulcritud del lugar), te acercas al mostrador después de haber hecho tu cola correspondiente y empiezas a realizar tu pedido. Hay todo tipo de menús, la mayoría muy llamativos, te decides por uno que tenga un par de vocablos en inglés y aspecto muy colorido, cuanto más sofisticados aparentemos ser, mejor. Esperas, esperas, (te desesperas un poco en función de la agilidad del empleado, pero es que esto es comida rápida, lo queremos para !ya!), y en un breve lapso de tiempo, en realidad, tienes delante de ti un menú suculento para degustar, más bien devorar. Una vez terminado, tal vez te sepa a poco y quieras repetir o tomar algo de postre, de fabricacion rápida también claro. Y ya saciado, sales del establecimiento. Y empiezas, sin querer, a valorar: Estas hinchado de tanta comida insana, no tenías por qué repetir, pero uno te sabía a poco..te prometes que nunca más caerás, que tienes que cuidarte, que tienes una dignidad...y mientras lo piensas, haces el efecto de girarte y despedirte del local con un "Hasta la próxima".

A veces me paro a pensar si el amor no es eso. Un sitio de comida de consumo rápido.

Entras en un local de comida rápida (conoces a alguien en un bar, el trabajo, internet...), la apariencia es buena (todo te parece "perfecto" en esa persona), esperas turno y empiezas a pedir (comienza el juego de la seducción)...
Por supuesto te fijas en la persona más atractiva, la que vista mejor, la más sonriente e ingeniosa (todos valores importantes, como el colorido de la comida rápida o sus palabras en inglés). Comienza la relación con prisas, se quiere disfrutar de todo !ya!. Las sonrisas, las caricias, los paseos, los besos...y una vez que empiezas a sentir el amor, no te lo comes, lo devoras.
No te conformas solo con alimentarte, quieres más, quieres saciarte.

Más besos, viajes, fiestas, presentaciones a amigos, películas, hacer el amor (para ti ya no es sexo), secretos,... Sin pararte a pensar que ya estás saliendo del local, que el amor que parecía una bonita aventura juntos, se ha quedado en un "lo hemos pasado bien pero...." (una explicación en el mejor de los casos, cuando no te ves solo con tu menú-amor tirando los restos de tu bandeja-corazón).

Y empiezas a valorar: estás harto de tanto amor insano, te prometes que no volverás a caer (Luz Casal lo cantó muy bien), que tienes que cuidar más de ti mismo... Y un día alguien te sonríe, a ti te parece que de forma especial, como nunca han hecho...y te encuentras haciendo cola para conseguir tu menú llamativo y con palabritas en inglés.
Bon appétit!

Corazon blanco soltero busca capa de amianto, sin rencor, gracias.

Volver...y por el humo se sabe donde está el fuego

.....Hago "Chas" y reaparezco en el blog...
Pues sí, por aquí estoy de nuevo, para todos aquellos que me leen, para los que no y, en parte, para mi (como medio autorreflexivo). Tras un mes y pico repleto de trabajo, de amor "fou", de más trabajo, de astenia otoñal y demás historias para no dormir, me encuentro con ganas de mantener una continuidad en este mi (vuestro) blog. ¿¿Lo conseguiré amigos?? La respuesta en proximas entradas... (o en la carencia de ellas).

Pues bien, comencemos:
Me encontraba yo, a ciertas horas intempestivas de la noche, sentado frente al ordenador "messenyeando" (como diría cierto amigo, creador de las más novedosas formas de expresión). Cuando de repente empecé a oler a quemado, las orejas se me pusieron de punta, cual pastor alemán alarmado, y empecé a rastrear el origen del citado olor. La primera opción: el calefactor, la más probable (ya que es un "cacharro" que no llega ni a la categoría de "artefacto calorífico"). Demostró no ser el culpable. Aún así lo apagué, ya sabéis, "por si..."
Mi segunda y última opción era la torre del ordenador y su entramado de cables. Así que, al susurro de "Porfavorquenoseaelordenador, porfavorquenoseaelorden..." me puse a investigar y aqunque mi psicosis al principio parecía confirmar que de ahí venía el olor, después me convencí que no estaba relacionado con lo que se estaba asando, allá donde fuera.
Decidí apagar todo y acostarme, y fue al echarme en la cama cuando el olor a quemado fue en aumento y decidí abrir la ventana para no morir de asfixia esa noche (lo de que tal vez alguna parte de la casa se estuviera quemando y terminara abrasado no lo consideré, curiosamente).
Y al abrir la ventana, un humo gris oscuro entró en mis pulmones, y es que no era ni mi calefactor-trasto ni mi ordenador con mega cableado, no. Lo que se quemaba era la calle. Así que más tranquilo, me acosté y me dispuse a dormir plácidamente.

P.d. Se admiten como regalos de cumple, santo y demás, cursillos de "Prevención de incendios", "Primeros auxilios" y de "Si ves que la calle arde, no te acuestes gilipollas"
Durante el incendio de Roma, mi amigo Nerón cantaba y yo me acurrucaba a sus pies.

Del odio, del demonio y de mi.

Hay momentos en el día a día que es mejor dejarse llevar y no asimilar ciertas situaciones, porque si no te llevarían a un proceso autodestructivo (y por ahí no paso, como diría cierto humorista apellidado Ozores: "No hijo, !no!"). Y ocurre que, después de unos días lluviosos, en vez de potenciar mi lado romántico he sacado mi carácter más agreste y me encuentro con un ánimo de "unpocoalaquesalta"...

Ejemplifiquemos: estaba con una amiga y una conocida charlando, cuando la conocida sacó el tema de Antonio Banderas, que le gustaba. Mi amiga, la otra, es extranjera y conocía al actor malagueño pero sabía poco de su trayectoria cinematográfica, por lo cual mi conocida empezó a ilustrarle sobre el tema: "Uy, se fue muy pronto a hacer las Américas, con 18 años nada menos". No me considero un especialista en Antoñito, pero con una media cultural sobre cine se pueden recordar varias películas españolas antes de su etapa americana y le dije: "No mujer, hizo películas antes, las de Almodóvar, por ejemplo". Entonces, la tipa (en este momento ascendió de categoría) me soltó en plan despreciativo: "Bueno hijo, tú no tienes la verdad absoluta en todo, ¿eh?". Ante tal respuesta absurda me quedé algo perplejo y opté por no guerrear demasiado, un par de comentarios más y me callé, mientras ella seguía su monólogo y yo me limitaba a mirarla pensando: "Te odio".

Como ví que esto no era muy sano para mi "pispo" me marché. Pero hoy, al levantarme, he percibido que mi agresividad otoñal seguía ahí: en poco tiempo he maldecido el sueño que tenía, una tempranera llamada de teléfono y he despotricado por la calle sobre la chica de la cafetería por no echarme un azucarillo en la bolsa del desayuno, hasta que me di cuenta que lo tenía en el fondo de la bolsa...me quedé parado en mitad de la calle y me dije: "me estoy volviendo un gilipollas".

O sea que intentaré, mediante cualquier técnica que se me ocurra (se admiten sugerencias), dormir al ser malévolo que empieza a surgir en mi interior. Había pensado en taichí o algo así (pero la única persona que conozco que lo hacía era una antigua pareja y no he visto a nadie con más mala ostia...o sea que me crea como cierta duda).

Rescatadme del lado oscuro.
La cara de mi vecina al ir a pedirme sal, dentro de unos meses, si sigo por este camino

Il fine settimana...

Pues sí, en italiano, así ha sido mi fin de semana. Comenzando por una boda preciosa con una novia más preciosa aún, bellísima!. Os deseo lo mejor de lo mejor, y que ésta unión España-Italia os aporte toda la felicidad del mundo.

El finde siguió después del evento plagándose de salidas a comer, paseos, besos, series de ficción, más series de ficción, besos viendo la serie de ficción,...y la compañía de mi nueva compañera de piso, procedente de Italia (otra alegría más que me aporta la tierra del César (léase "Sésar")).

Y terminó hoy con más serie de ficción, lluvia viendo serie de ficción, recuerdos varios contados mientras la serie de ficción estaba en pause. Y una labor de traducción a mis vecinos, una pareja mayor, con sus nuevos inquilinos, italianos claro está. Así que me he visto estos tres días rememorando todo el italiano que aprendí en el sur de Italia (donde Raffaella decía que se hacía bien cierta cosa). Y ahí estaba yo, traduciendo sobre asuntos apasionantes como fianzas, recibos de luz y demás cosas, que dichas en italiano parecen más bonitas, como si tararearas canciones de Mina o de Massimo Ranieri, hasta que el señor del matrimonio dijo "bueno, pues ya está todo hablado, me voy a cag...(mi pundonor no me permite reproducirlo en su totalidad)". Me giré hacia los inquilinos italianos, que esperaban mi traducción simúltanea, y yo dije sonriendo algo así como: "No, el agua y la luz aparte".


Sin duda: La Spagna è diferente.






Dos imágenes del Sur de Italia, un lugar para volver sin duda.

I Love Pitingo

Por esto me gusta tanto la música, pero no en plan experto, ni mucho menos, ni puedo ni sé (ni casi quiero saber) nada sobre aspectos técnicos musicales. No me circunscribo a ningún estilo en particular, puedo escuchar de todo, desde música clásica hasta rock, pasando por soul, copla o house. Solamente oigo algo y me transmite o no. Y digo que por eso me gusta la música, porque, a veces, oyes una canción y te hace sentir cosas que no habrías experimentado de otra forma. Yo descubrí esta versión de una canción emblemática por casualidad y me pareció al primer momento de escucharla que ya formaba parte de mi. Y eso es lo bonito de ciertas canciones, que parece que saben, que te cuentan, te hablan de lo que has sentido, sientes o sentirás. Que la disfrutéis.

Trata de esquivar ese carrito por Dios!!

A casi todos nos habrá pasado alguna vez, al menos a los "despistaos" de la vida como yo, el llegar un día a clase y ver que había un examen. Te quedabas en plan de: "....aahh, eehh, ihhh (las vocales al menos no las había olvidado)...pero....esto.... ¿es que hoy había examen?" Y la profesora te miraba sonriente, en plan de "Enhorabuena chaval, otra nota brillante pa el expediente". A pesar de eso tú seguías alucinando, como si aquella mirada no fuera contigo, porque aún te seguías preguntando si esa era tu vida o si tal vez tu espíritu habia vagado demasiado esa noche y al despertarse había habitado un cuerpo al azar, en plan posesión rutinaria....y seguías en tu paranoia, hasta que la profesora te sacaba de ella al grito de "!Se sienten, coño, que empieza el examen!"...."Umm, pues sí parece que éste era mi cuerpo, sí.....jo, hay examen hoy".

Pues bien, algo así he sentido esta mañana, en lo que a atontamiento matutino se refiere. Me he levantado, más bien me he tirado de la cama, porque no era capaz de abrir los ojos del sueño que tenía, como siga acostándome tarde y no cambie mi calendario de sueño al laboral, voy a acabar mutando en una subespecie de vampiro borracho diurno. Pues bien, me visto medio dormido, cojo las cosas que necesito sin mirar al tendido (un día me extrañaré si me echo a la mochila el mando de la tele, pero voy camino de ello). Y salgo a la calle, con paso firme (tanto como era posible) al curro...."Ummm, ya me falta poco, ...¿me pongo música?..no, ¿para qué? voy tan dormido que no voy a entender ni lo que cantan.....ya estoy llegando......vaya cuanta gente hay por aquí hoy.....una calle cortada, qué raro.....una señora con carrito.....¿¿¿con carrito??.......!!!!NOOOO, hoy es mercado!!!!".

Y ahí me tienes, con mi empanada mental, en medio de todo el mercado, intentando esquivar todo tipo de peligros que ni para sí los quisiera el bueno de Indiana: Señoras que van con su carrito como si fueran en calesa, vamos, a sus anchas y que uno tiene que sortear si no quiere que los frenos del mismo se le queden incrustados en las espinillas. Señores con su periódico que se te ponen delante a toda prisa por los huecos que se crean entre la marea humana, para luego aminorar su marcha y esperar a que resoples en su nuca. Señoras que terminan su compra en el puesto de las verduras y a la frase de "BuenoJuanipuesyasabesguardamedoschirimoyas" se te lanzan a la corriente del mercado sin mirar y tienes que esquivarlas dando un triple salto si no quieres acabar rodando con ellas por el asfalto matutino.....y un largo etcétera.........

....Pero no sufráis, si estoy escribiendo estas líneas es porque he sobrevivido. Otra cosa son las magulladuras y lesiones varias......¿alguien tiene Betadine,?...ay...ay..
Que no os engañe su diseño aerodinámico, es una máquina de matar!

Mi vuelta al cole...

Pues sí, hoy he vuelto al "cole", bueno, al curro en su defecto. Y todo bien, es lo bueno de volver una semana antes que casi todo el mundo, te da tiempo a organizarte, a archivar los montones de papeles y correo que tenía encima de la mesa, a asombrarte por los nuevos bocadillos que hay para almorzar y disfrutar de demás maravillas del mundo civilizado.

De pequeñito casi nunca dormía antes del primer día de colegio, me levantaba antes que nadie dedicándome a pasear por el pasillo hasta que mi madre, la pobre, se empezaba a despertar musitando "estehijomionotieneremedioayseñor" . Ahora que lo veo con distancia, mis ganas de que empezara el cole no eran tanto por la emoción de: comenzar un curso, los amigos, los nuevos libros...ya que también tenía el reverso: los deberes, los matones y que los libros solían ser prestados. Era más bien porque....me aburría un montón en verano, y es que el ser un chico de interior sin posibilidad de playa hacía el verano muuuuuy largo y lo de Carlitos Alcántara y sus apasionantes vacaciones rurales en "Cuentamé" distaban mucho de mi realidad de "pueblo casi ciudad pero más pueblo que otra cosa". Por eso, el nuevo curso, en cambio, significaba estar en acción (como evitar al chulillo de clase, el cual, a veces te invitaba muy amablemente, al terminar el horario escolar, a tomar un poco de aire fresco a su lado, mediante la frase "!Al salir me esperas!").

En este caso, este año, a este nuevo "cole" tenía ganas de volver para centrarme en ciertas cosas y afrontar los típicos pequeños retos que nos ponemos a la vuelta al curro. Como ir al gimnasio por ejemplo (para saber más sobre esta enajenación mental, siga leyendo).

"Para volver al gimnasio lo que necesito son unos guantes nuevos, para que las manos no se me queden en carne viva" y con un pensamiento tan razonado me recorrí varias tiendas de deportes sin suerte, buscaba unos en concreto, hasta que llegué a la tienda perfecta con su atento dependiente (no diré el nombre de la tienda para no darle "cancha" al tema). Le pregunto por los guantes y me señala con el dedo índice un lugar de la tienda, intento seguir el halo de luz que ha creado en esa dirección y deducir a dónde narices se refiere. Veo un par de guantes (no es que no viera más por mi torpeza, es que en toda la tienda sólo tenía un par de guantes), y le pregunto: "Perdona, ¿no tienes otros modelos?"...Y me dice: "No, bueno, sí, también los tengo en modelo de chica". "!Ey, estupendo!, pues me llevo esos de chica junto a ese top de tenista a lo Navratilova y esos calentadores a lo Eva Nasarre, aquí tienes mi Visa". Tendría que haberle contestado eso a ver cómo reaccionaba, pero fui bueno y dije algo así como "Emm...no, gracias por todo, hasta luego" y mientras salía de la tienda murmuré algo así como "los guantes de chica se los compras a tu madre".....¿Veis? con cosas como ésta quién se motiva para ir al gimnasio, a ver si mañana hay más suerte y menos dependiente listo.

P.D. Una notita final para un compa (referente para mi) bloguero: las marineras son un aperitivo típico de esta zona murciana (que yo sepa al menos). Sobre una rosquilla de pan tienes ensaladilla rusa y encima de la misma una anchoa. Tres cosas sencillas que por separado nunca me habian gustado en demasía, pero que al combinarse fueron para mi como el LSD para los hippies, todo un mundo de sensaciones. Aquí una imagen atestigüa el aperitivo en cuestión (que sepas Ariel que soportar la cara alucinada de la gente del bar viendo cómo colocaba una marinera en diferentes focos de luz para ver cómo podía salir mejor y fotografiarla con el móvil, me costará varias sesiones de terapia...pero bueno, me hizo mucha ilusión que me contestaras así que.....truma menos, traumas más....que más da).

!!Feliz vuelta al cole!!

Estar "blog-queado"

Ya me encuentro en mi tercera entrada.......y estoy bloqueado! !No se me ocurre sobre qué escribir! Pienso que esto de estar esperando a que empiecen las vacaciones me dejan las neuronas justas para cumplir en el trabajo, comer, echarme la siesta y poco más...menos mal que por las tardes-noches parece que resurjo algo y soy capaz de tener una conversación minimamente interesante. Afortunados pues, los/las amigos/as (no se me queje la ministra de la desigualdad) con los que quedo a esas horas, ya que me pueden ver articular palabras, incluso frases, en vez de sufrir cómo esbozo una sonrisa de medio lado mientras mi mente transmite un bip ........bip..............bip....................bip..bip..bip (sólo se acelera cuando veo acercarse las marineras, placer culinario donde los haya, a la mesa del bar en el que nos encontramos). Así pues, amigos en estado veraniego, en lucha contra el hastío y cansancio pre-vacacional (el post ya se verá en septiembre) os propongo, por 0 céntimos de euribor (Dios! cómo me gusta el "Un, dos, tres"), formas de combatir dicho hastío, como por ejemplo: Ir por la calle, con 40 grados a la sombra, degustando un tinto de verano escanciado por una gorra de diseño. Un, dos, tres, piense por esta vez...


Los "Prados soleados" de Estelle

"Imaginaos, Sicilia 1935, una pobre muchacha de provincias..." ¿Que persona que haya vivido su infancia o adolescencia en los 80 no recuerda esa frase típica de Sofía Petrilo con la que comenzaba historias ejemplificadoras, otras (ejem) no tanto, ambientadas en la Italia de la tercera década del siglo XX?. Bien, reconozco que hay que ser un poco mitómano en general y de "Las chicas de Oro" en particular, para recordar exactamente la frase. Pero es que yo soy un (poquito) mitómano empedernido.

Esta mañana estaba viendo la noticia del final de Ot (otro mito, (más que mito, "mitito") pero más devaluado), cuando dieron la noticia de la muerte a los 88 años de Estelle Getty, la actriz que dió vida maravillosamente y con un punto inigualable de sarcasmo a Sofía Petrilo, personaje clásico televisivo donde los haya.

Te sientes algo raro, se te eriza un poco la piel, y se dibuja una media sonrisa que parece querer despedir a la actriz-personaje que ves en la pantalla, como queriendo decirle: "Gracias...gracias por haberme hecho reir tanto en momentos que lo necesitaba. Sobre todo, gracias".

De cómo y por qué me gusta mi mochila...y yo sin saberlo.

Hay cosas que tenemos ahí, a nuestro lado, que de por sí no significan nada importante, pero que sin embargo casi siempre elegimos para tenerlas cerca.
Un ejemplo de ello es mi mochila. Tengo varias: de viaje, tipo maletin, grandes, muy grandes, pequeñas, bandoleras, de propanganda....y la mochila de Nike.
Antes de que algún cultureta diga, piense, deje entrever que puedo ser del tipo de persona "No sin mi marca pija", le diré que no tiene razón en pensar eso y que en parte la tiene. Las marcas siempre me han dado algo igual, nunca fui un niño que quisiera esas zapatillas que anunciaban (mi madre me compraba solamente las míticas "Paredes", pero porque eran las que yo, niño inquieto, más tardaba en romper), ni chandals que te hacían correr más y mejor...creo que ni mis juguetes eran de marca alguna (con excepción del familiar "Superpoly").
Y por eso valoro el tener, siendo más mayor, algo de marca, pero por el esfuerzo que conlleva. Esfuerzo que yo asociaba ( y aún asocio) a una recompensa: "que si te portas bien te compro......que si me apruebas todo te llevo a..." Y ya más crecidito con las autorrecompensas del tipo: "Si dejo que me saquen sangre sin ponerme blanco, me desayuno un chocolate con churros.......si pierdo dos kilos me desayuno un chocolate con churros (en este caso la recompensa anula a la promesa)" . Es curioso como las autorrecompensas son más sencillas con el paso del tiempo. Me gusta eso.
Esto...yo hablaba de una mochila ¿no?. Detalle intrínseco mío, las digresiones constantes. Pues bien, un día en un centro de los llamados actualmente "Outlet"(y cuando yo compre la mochila era "La Serreta" con restos de El Corte Inglés) con elementos varios de marca de fuera de temporada, buscando y rebuscando encontré una mochila de Nike a muy buen precio, y como recompensa a algún acto futuro o venidero me la regalé. La mochila me acompañó en excursiones, en visitas a la casa familiar, en el gimnasio,...incluso llevó el material de la exposición oral en mi oposición. No se me puede negar que cuando hago una compra que se sale del presupuesto no la amortizo.
Y tantas cosas importantes en las que yo había elegido mi mochila de Nike para que me acompañara y yo sin reparar en ello. Hasta anoche. Estaba hablando por messenger con uno de estos amigos con los que te expresas mejor escribiendo que hablando, y tenía puesta una foto mía del verano pasado en las playas italianas. Pero, cosas de la red, mi amigo veía una que yo había tenido puesta el día anterior, en este caso de este verano en las playas españolas. Así, el messenger no había actualizado la foto de un día para otro. Y aquí surgió todo. Después de una conversación de besugos entre mi amigo y yo, en la que nos deciamos cosas como: "sí, la foto en la que estás en la playa......sí, sí, esa en la que tienes cara de interesante (soy de los que piensan: si has descubierto una mirada que te favorece en las fotos mantenla per secula seculorum, ya se trate de la foto de tu comunión, de un parque de atracciones o de una ficha policial)"....total que nos costó darnos cuenta de que se trataban de fotos diferentes, y cuando lo advertimos empecé a defender mis siete diferencias entre las parecidas fotos, diciendo algo así como...."tio, las fotos están hechas desde diferentes ángulos, tienen otro fondo, el pelo es diferente, en una de ellas está mi mochila de Nike detrás.....y.......y......y en la otra también está....la mochila", en la misma situación espacial, justo detrás de mi y yo medio apoyado a su lado.
Y me quedé ahí pensando en las veces que había utilizado la mochila para cosas relevantes sin haberme percatado...... pensando en eso, fíjate tú qué cosas. Pensando en la importancia de las pequeñas cosas que apreciamos sin percibirlo. Me gustó también pensar en eso.
P.D. Mi mochila de Nike, la pobre, no siempre me fue infalible. En una ocasión había quedado para hacer una excursión con alguien que me gustaba mucho y como sabía que le gustaban las cosas de marca (sí, ya lo sé, en contra de lo que yo defendía, pero el amor te hace eso), me llevé la mochila de Nike así como el que no quiere la cosa, para hacerme el interesante descuidado por las marcas. Y vaya si se dio cuenta de mi supermochila...."Ah, una mochila de Nike (yo ya dibujaba mi sonrisa de aparente complacencia)...umm creo que es de la temporada pasada, ¿no?" (Y aquí me convertí con mi sonrisa a medio hacer, en un personaje de Ally McBeal fragmentándome en pedacitos que fueron a parar al suelo). Y contesté algo así como: "....pero, pero, esto,...con el hambre que hay en el mundo me va a importar a mi si es de esta temporada o de la anterior...." (y seguí esperando a que recogieran mis trocitos enamorados de chico de No-marcas del suelo).