Del odio, del demonio y de mi.

Hay momentos en el día a día que es mejor dejarse llevar y no asimilar ciertas situaciones, porque si no te llevarían a un proceso autodestructivo (y por ahí no paso, como diría cierto humorista apellidado Ozores: "No hijo, !no!"). Y ocurre que, después de unos días lluviosos, en vez de potenciar mi lado romántico he sacado mi carácter más agreste y me encuentro con un ánimo de "unpocoalaquesalta"...

Ejemplifiquemos: estaba con una amiga y una conocida charlando, cuando la conocida sacó el tema de Antonio Banderas, que le gustaba. Mi amiga, la otra, es extranjera y conocía al actor malagueño pero sabía poco de su trayectoria cinematográfica, por lo cual mi conocida empezó a ilustrarle sobre el tema: "Uy, se fue muy pronto a hacer las Américas, con 18 años nada menos". No me considero un especialista en Antoñito, pero con una media cultural sobre cine se pueden recordar varias películas españolas antes de su etapa americana y le dije: "No mujer, hizo películas antes, las de Almodóvar, por ejemplo". Entonces, la tipa (en este momento ascendió de categoría) me soltó en plan despreciativo: "Bueno hijo, tú no tienes la verdad absoluta en todo, ¿eh?". Ante tal respuesta absurda me quedé algo perplejo y opté por no guerrear demasiado, un par de comentarios más y me callé, mientras ella seguía su monólogo y yo me limitaba a mirarla pensando: "Te odio".

Como ví que esto no era muy sano para mi "pispo" me marché. Pero hoy, al levantarme, he percibido que mi agresividad otoñal seguía ahí: en poco tiempo he maldecido el sueño que tenía, una tempranera llamada de teléfono y he despotricado por la calle sobre la chica de la cafetería por no echarme un azucarillo en la bolsa del desayuno, hasta que me di cuenta que lo tenía en el fondo de la bolsa...me quedé parado en mitad de la calle y me dije: "me estoy volviendo un gilipollas".

O sea que intentaré, mediante cualquier técnica que se me ocurra (se admiten sugerencias), dormir al ser malévolo que empieza a surgir en mi interior. Había pensado en taichí o algo así (pero la única persona que conozco que lo hacía era una antigua pareja y no he visto a nadie con más mala ostia...o sea que me crea como cierta duda).

Rescatadme del lado oscuro.
La cara de mi vecina al ir a pedirme sal, dentro de unos meses, si sigo por este camino
5 Responses
  1. Anónimo Says:

    Nene, lo que tienes que hacer es liberar esa rabia contenida. Vete al campo y ponte a gritar hasta que no puedas más...

    Otra posibilidad (que a mí me gusta más): vete al gimnasio, busca unos guantes de boxeo, karate o full contact y empieza a sacudirle alsaco hasta que caigas rendido...

    A mí el body combat me ayuda mucho, la verdad ;)


  2. Ángel Says:

    ¿Y no será mucho mejor que duermas tu parte mala, tu parte buena y tu parte regular?

    Yo, en cuanto acabe este comentario, me voy a abandonar al encanto de la siesta.


  3. Josef Says:

    Se malo, es más divertido.


  4. Arthur Says:

    Para Rael:
    Lo de liberar haciendo ejercicio físico es un buen plan, pero mi gimnasio es tan precario que a lo único que puedo sacudir es a un póster de un tio alimentado de anabolizantes..y no es lo mismo, un saco es más cariñoso.

    Para Ángel:
    Como duerma las partes contratantes de todas "mis" partes, más que relajado me voy a quedar lobotomizado!

    Para Josef:
    Es que yo no soy malo, jo. Aunque a veces me hayan dibujado así. Algo sibilino, en todo caso.


  5. jejejje, quieres que te diga la verdad, hay veces que no hay que dormir esa parte mala, quiero decir que hay días en los que se tiene que estar mal o si no mal no también como siempre. Vamos que no siempre se puede ser tan bueno que de vez en cuando un día malo lo tiene cualquiera. Y esos días hacen falta, para que la gente que te tiene como alguien bueno y de lo bueno se pasa a tonto, vean que también tienes tus días malos y que esos días son la ostia. Así que no intentes desprenderte de ellos por que también te hacen falta. Es normal que un día te levantes por la mañana y digas que ese día no piensas pasar ni una, así que ejercita ese día y aprende a pasarlo, es mejor. Pero ya te digo que necesario. Un Saludo Arthur