Fast Love...

Imagínate a ti mism@ entrando en un sitio de comida rápida, todo muy brillante, limpio en teoría (otra cosa sería ponerse a mirar detenidamente la pulcritud del lugar), te acercas al mostrador después de haber hecho tu cola correspondiente y empiezas a realizar tu pedido. Hay todo tipo de menús, la mayoría muy llamativos, te decides por uno que tenga un par de vocablos en inglés y aspecto muy colorido, cuanto más sofisticados aparentemos ser, mejor. Esperas, esperas, (te desesperas un poco en función de la agilidad del empleado, pero es que esto es comida rápida, lo queremos para !ya!), y en un breve lapso de tiempo, en realidad, tienes delante de ti un menú suculento para degustar, más bien devorar. Una vez terminado, tal vez te sepa a poco y quieras repetir o tomar algo de postre, de fabricacion rápida también claro. Y ya saciado, sales del establecimiento. Y empiezas, sin querer, a valorar: Estas hinchado de tanta comida insana, no tenías por qué repetir, pero uno te sabía a poco..te prometes que nunca más caerás, que tienes que cuidarte, que tienes una dignidad...y mientras lo piensas, haces el efecto de girarte y despedirte del local con un "Hasta la próxima".

A veces me paro a pensar si el amor no es eso. Un sitio de comida de consumo rápido.

Entras en un local de comida rápida (conoces a alguien en un bar, el trabajo, internet...), la apariencia es buena (todo te parece "perfecto" en esa persona), esperas turno y empiezas a pedir (comienza el juego de la seducción)...
Por supuesto te fijas en la persona más atractiva, la que vista mejor, la más sonriente e ingeniosa (todos valores importantes, como el colorido de la comida rápida o sus palabras en inglés). Comienza la relación con prisas, se quiere disfrutar de todo !ya!. Las sonrisas, las caricias, los paseos, los besos...y una vez que empiezas a sentir el amor, no te lo comes, lo devoras.
No te conformas solo con alimentarte, quieres más, quieres saciarte.

Más besos, viajes, fiestas, presentaciones a amigos, películas, hacer el amor (para ti ya no es sexo), secretos,... Sin pararte a pensar que ya estás saliendo del local, que el amor que parecía una bonita aventura juntos, se ha quedado en un "lo hemos pasado bien pero...." (una explicación en el mejor de los casos, cuando no te ves solo con tu menú-amor tirando los restos de tu bandeja-corazón).

Y empiezas a valorar: estás harto de tanto amor insano, te prometes que no volverás a caer (Luz Casal lo cantó muy bien), que tienes que cuidar más de ti mismo... Y un día alguien te sonríe, a ti te parece que de forma especial, como nunca han hecho...y te encuentras haciendo cola para conseguir tu menú llamativo y con palabritas en inglés.
Bon appétit!

Corazon blanco soltero busca capa de amianto, sin rencor, gracias.

Volver...y por el humo se sabe donde está el fuego

.....Hago "Chas" y reaparezco en el blog...
Pues sí, por aquí estoy de nuevo, para todos aquellos que me leen, para los que no y, en parte, para mi (como medio autorreflexivo). Tras un mes y pico repleto de trabajo, de amor "fou", de más trabajo, de astenia otoñal y demás historias para no dormir, me encuentro con ganas de mantener una continuidad en este mi (vuestro) blog. ¿¿Lo conseguiré amigos?? La respuesta en proximas entradas... (o en la carencia de ellas).

Pues bien, comencemos:
Me encontraba yo, a ciertas horas intempestivas de la noche, sentado frente al ordenador "messenyeando" (como diría cierto amigo, creador de las más novedosas formas de expresión). Cuando de repente empecé a oler a quemado, las orejas se me pusieron de punta, cual pastor alemán alarmado, y empecé a rastrear el origen del citado olor. La primera opción: el calefactor, la más probable (ya que es un "cacharro" que no llega ni a la categoría de "artefacto calorífico"). Demostró no ser el culpable. Aún así lo apagué, ya sabéis, "por si..."
Mi segunda y última opción era la torre del ordenador y su entramado de cables. Así que, al susurro de "Porfavorquenoseaelordenador, porfavorquenoseaelorden..." me puse a investigar y aqunque mi psicosis al principio parecía confirmar que de ahí venía el olor, después me convencí que no estaba relacionado con lo que se estaba asando, allá donde fuera.
Decidí apagar todo y acostarme, y fue al echarme en la cama cuando el olor a quemado fue en aumento y decidí abrir la ventana para no morir de asfixia esa noche (lo de que tal vez alguna parte de la casa se estuviera quemando y terminara abrasado no lo consideré, curiosamente).
Y al abrir la ventana, un humo gris oscuro entró en mis pulmones, y es que no era ni mi calefactor-trasto ni mi ordenador con mega cableado, no. Lo que se quemaba era la calle. Así que más tranquilo, me acosté y me dispuse a dormir plácidamente.

P.d. Se admiten como regalos de cumple, santo y demás, cursillos de "Prevención de incendios", "Primeros auxilios" y de "Si ves que la calle arde, no te acuestes gilipollas"
Durante el incendio de Roma, mi amigo Nerón cantaba y yo me acurrucaba a sus pies.